Volvemos de la peregrinación a Roma, para acompañar a Santa Nazaria.
Un viaje que buscaba, lejos del turismo, enriquecer el sentido de la vida y el vínculo con la familia espiritual.
Compartimos ahora nuestra experiencia vital a modo de crónica para resumiros verazmente la vivencia.
Resumir y, en la medida de nuestras posibilidades, haceros partícipes de ella: la canonización de Santa Nazaria
Sábado, 13 de octubre de 2018
Oración de acogida para todos los peregrinos.
Éramos cerca de 800 peregrinos de procedencias dispares. Llegamos desde los 21 países en los que podemos encontrar el carisma de Nazaria. El perfil del peregrino era múltiple y variado: sacerdotes, religiosas misioneras, familiares, laicos con familias y amigos… Todos unidos en la gratitud, la admiración y cariño hacia Nazaria. Una mujer que se dejó amar por Dios y le devolvió ese amor mediante su servicio a los pobres.
En la oración pudimos escuchar las palabras de la propia Santa Nazaria. Reflexiones y pensamientos recogidos en sus diarios y escritos.
Los cuatro continentes en los que Santa Nazaria dejó su impronta estuvieron presentes:
- América: entrega de la reliquia con música andina
- Asia: la danza de la luz de la India
- África: la danza africana que introduce la Biblia
- Europa: con una salve rociera
Esta diversidad no es baladí. El carisma de Santa Nazaria era universal en tres sentidos:
- Diversidad geográfica: “para hacer vida en cualquier parte del mundo”
- Diversidad en las obras: “no podemos ceñirnos a un campo de acción, nuestros límites son universales, porque esos son los confines del Reino de Dios”
- Y diversidad en los sujetos: “soñé un ejército de hombres y mujeres de todas raza y edades que se adherían a la causa de Cristo”
Domingo, 14 de octubre de 2018
Solemne proclamación por parte del Pontífice, SS Francisco I.
Nazaria fue proclamada Santa junto con otros seis beatos. El Papa recogía de ella el gran servicio que hizo a los hombres. Si bien nació en Madrid y falleció en Buenos Aires, Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús March Mesa es conocida y reconocida como una de las bolivianas más universales. En el país americano de Bolivia fue donde fundó las Misioneras Cruzadas de la Iglesia. Sirvió para romper moldes y defender la dignidad de las mujeres.
Las Misioneras Cruzadas de la Iglesia están presentes en una veintena de países.
Sus religiosas son las herederas del impulso misionero de ésta religiosa sin par. Decidida a poner orden en los abusos que había contra las mujeres en los mercados. Llegó a impulsar y crear el primer sindicato femenino de Bolivia.
Pero no sería más que el primer paso. Acto seguido aparecerían, y no de la nada sino fruto del esfuerzo, muchas obras suyas: Hospicios; escuelas nocturnas… Reflejo de un espíritu guerrero. “Fiel, nada de cobardías. Todo amor, amor sobre todo a Cristo y en Cristo a todos. Repartirse entre los pobres, animar a los pobres, dar la mano a los caídos, enseñar a los hijos del pueblo, partir su pan con ellos. En fin, dar toda la vida, el ser entero por Cristo, la Iglesia y las almas”, como ella misma escribió de su puño y letra.
Acto seguido celebramos una comida fraternal entre los 800 peregrinos. Abrazos y encuentros. Presentaciones entre personas que, por fin, nos poníamos voz y rostro. Cantos de diversas procedencias. Y risas. Risas, muchas risas por la alegría incontenida y desbordante.
Lunes 15 de octubre de 2018
Solemne eucaristía de acción de gracias en la Iglesia del Gesú.
Iglesia en la que reposan San Ignacio y San Francisco Javier: dos referentes nuestros. Esto hizo que la cita fuera doblemente significativa para nuestra familia de espiritualidad ignaciana y misionera.
La eucaristía fue presidida por Monseñor Carlos Amigo, quien dijo que de Nazaria se podría escuchar la pregunta: “¿Quién prendió este fuego en mí que yo no alumbré?” Para después ver en su vida la respuesta al amor apasionado en el servicio a los pobres y, en especial, a la mujer.
Concelebraron con él obispos llegados de España y de Bolivia. Sacerdotes de Uruguay, Argentina, México y Camerún. La Iglesia estaba totalmente llena y la eucaristía culminó con una despedida emotiva. Terminamos besando la reliquia de Santa Nazaria, sostenida por la Superiora General, Daniela Pérez.
Empezamos este resumen de nuestra vivencia de la canonización de Nazaria, ahora Santa Nazaria, situándonos en Roma y prescindiendo del turismo. Cierto es. Pero no es menos cierto que guardaremos un maravilloso recuerdo de la ciudad. Igualmente guardaremos un grato recuerdo de los “gelato y los capuccini” que nos dieron fuerzas mientras paseábamos.