El pasado fin de semana empezó el Taller de defensa personal en el Mara.
Una actividad deportiva.
Actividad deportiva…
Es una filosofía de vida que te ayudará en muchos aspectos amén de tu propia defensa.
La defensa personal no es cuestión de aptitud, es actitud.
Es enfrentarte a la vida y saberte protegida. Protegida por ti misma. Cosa que no es baladí. La sensación de protección inspira tranquilidad. La Sociedad nos protege, pero no puede velar por todas y cada una de nosotras 24 horas al día los 365 días del año. Por eso hemos creado este taller de defensa personal.
Pero no nos confundamos. La defensa personal no nos convertirá en guerreras virtuosas. De hecho, una de las máximas de todos los practicantes de artes marciales es evitar la pelea. Las artes marciales se pueden interpretar para bien y para mal, como todo en la vida. Puedes aprender a luchar, pero solo tú podrás decidir qué uso hacer del aprendizaje. Las artes marciales están para defendernos, si llega el caso de tener que recurrir a ellas, para salvaguardar nuestra integridad física.
¿Aprendemos artes marciales para saber pelear?
No.
No es esa la intención. Saber pelear, luchar… es el medio, no el fin de esta actividad. Pelear para protegerte. Pero las artes marciales bien entendidas van mucho más allá de un kimono, un cinturón, un tatami o un sensei. Las artes marciales son un modo de vida. Una filosofía. Una manera de enfrentarte, no a un enemigo, a la vida misma.
Profundizando en ellas, en las artes marciales, el rasgo más importante no es saber usar los puños, o las piernas. Es tener un equilibrio mental que fluirá con tu cuerpo. Las artes marciales son autodominio, autocontrol, serenidad en momentos de tensión. Frialdad cuando la sangre hierve.
Es ver con claridad, en la oscuridad.
Por eso esta actividad. Como deporte, ciñéndonos exclusivamente a su aspecto físico, será gratificante. Es ejercicio, es salud física y es conocer tu cuerpo y saber lo que puedes esperar de él. Pero más allá del deporte, las artes marciales ejercitan tu mente. Te amplían la visión del mundo y de las personas que te rodean. Suponen esa serenidad que apuntábamos antes. Saber cómo y cuándo has de actuar. Es saberte anticipar al riesgo: detectarlo y sortearlo. Y por supuesto, si hay que enfrentarlo entonces se combinan ambos rasgos: físico y mental. Y se enfrenta con serenidad.
Un bloqueo, un rodamiento… pueden aportarte el tiempo necesario para solventar una situación embarazosa y comprometedora. Saber zafarte de una agresión. Saber huir de ella manteniendo la calma. Incluso otorgate el poder para hacerla frente teniendo confianza en ti misma, en tu cuerpo y en tu mente.
Eso son las artes marciales, y mucho más.
Es cierto que en el Mara se impartirá un taller de defensa personal para enseñaros a protegeros. Para hacer deporte, disfrutar con tus amigas. Todo eso es cierto, muy cierto. Tanto como que el taller engloba todo eso y además ayudarte a conocerte a ti misma y reforzar tu actitud y tu confianza personal.