Nuestras colegialas se preparan para trasladar su vocación de voluntariado misionero, de voluntariado internacional.
El pasado sábado participaron en la formación obligatoria previa a la experiencia sobre el terreno. Colombia y Camerún serán sus destinos…
Voluntariado internacional, la competencia espiritual «aterriza» en lo social.
Para ello es necesario tener una preparación previa y obligatoria desde aquí. Antes de viajar para vivir la experiencia sobre el terreno. Con ese fin nos reunimos el sábado. Y para mejorar la actividad, sobre todo desde la experiencia, reunimos a voluntarias de este curso con personas que han sido voluntarias, como misioneras, en distintas partes del mundo.
Por la mañana nos centramos en la formación para las futuras voluntarias. Importante, por lo trascendental de la experiencia que se están preparando para vivir. Vinieron tres de las cuatro colegialas del Mara que partirán como voluntarias al finalizar el curso: dos de ellas irán a Colombia. Formarán parte del Proyecto de acogida para niñas huérfanas en Medellín, en la Casa de acogida Santa Elena. Las otras dos irán a la Casa de acogida Aisa en el Camerún, en la ciudad de Dwala. En esta fase de preparación y formación se concretaron los elementos del voluntariado y se marcó el camino a seguir por nuestras voluntarias.
Por la tarde llegó el turno para compartir experiencias con quienes ya han vivido el voluntariado internacional. Ni que decir que hubo relatos y anécdotas. Vivencias y satisfacción, una profunda satisfacción por la labor empeñada en hacer el bien a los más necesitados.
Queremos expresar nuestro más profundo agradecimiento a las colegialas y a las voluntarias de otros años que han participado por su sentido solidario. Aprovechamos, poniéndolas como ejemplo, para invitar al resto de colegialas a que prenda la llama de la Solidaridad en sus corazones.